Dicen, los que saben, que navegar con viento a
favor es mejor y con viento en contra, difícil pero no imposible.
Hace unas semanas, les contaba que estaba organizando el primer cumple de mi hijita. Arranqué tarde, eso también se los
conté, pero tenía una idea bastante armada de lo que íbamos a hacer. Lunes a la
mañana pasé en limpio mi última (y esencial) lista de tareas. El evento era el sábado.
Poco tiempo pero viento a favor.
Sin embargo, el viento cambió de dirección y el asunto se complicó!
Es como cuando se corta el agua y estás justo con la cabeza llena de shampoo. O
como cuando estás a punto de salir y bebé te regala un provechito en esa camisa
que de casualidad te queda bien...sino miren el estado de mi check list el viernes a la tarde!
Pero esta historia, obviamente, tiene final feliz: al mal
tiempo, buena cara. Los festejos son eventos para festejar y divertirse! Una
obviedad? Y por qué, casi siempre, nos estresamos o nos exigimos de más, para
luego llegar agotados y no poder disfrutar de lo que organizamos con tanta
dedicación? Con esto en mente, encaré las (menos de) 24 horas que tenía para
preparar todo. Pero, antes, tomé una gran determinación: “todo” se transformó
en “lo que pueda”…pero con buena onda, no con desgano (me he
convertido en una verdadera chica Bling!). Además, quería
disfrutar (en serio) del making of
del primer cumple de mi hijita.
He aquí como el resolví algunas cosas, logrando una
organización express, sin volverme loca en el intento.
La torta se resolvió tal y como había sido planeado:
bizcochuelo exquisita de vainilla relleno con (buen) dulce de leche y un toque de
color con granas. Tenía todo lo necesario en casa, así que viernes a la noche preparé
la torta, que terminé de decorar el sábado a la mañana…y así quedó (es mi
pequeño gran logro)!
Los budines que iba preparar, los reemplacé por unos
riquísimos que venden en la panadería de coto (le bajé diez puntos al glamour
del cumple pero le subí once puntos a la practicidad, gané tiempo y
tranquilidad). En cambio, una de las pocas cosas que logré preparar con tiempo fueron
los alfajorcitos. Siempre son un hit, por eso repito sin vergüenza. No hay
receta…pero sí un TIP. Los preparo con las “tapitas” (se venden en los súper o en
casas de repostería), los unto generosamente con dulce de leche, los paso por coco
rallado (o granas de colores) y….los
guardo en la heladera al menos una noche (lo ideal: un día entero). Los saco
un rato antes de servirlos y quedan arenosos como si fueran de maicena caseros!
Otro tip: también se pueden congelar y el resultado es el mismo!
Hagan la prueba, les prometo que no se van a arrepentir…si los preparan, después
me cuentan?
Lo salado se resolvió fácil: papitas para picotear con guacamole
y dip de queso crema (habemus receta!), y sándwich de miga. Fácil, rápido y rico…éxito
asegurado!
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Foto por Cande Fernández |
La bebida, fácil, fácil…el “único” detalle fue disponer, en
el balcón, unos baldes con hielo y algunas botellas. Esto nos permitió afrontar
mejor el (inesperado) calor otoñal y tener bebida fresca más a mano. Yo tengo estos
baldes pero cualquier contenedor sirve (lo podés tunear un poco con un
lindo repasador y las heladeritas re suman también!).
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Foto por Cande Fernández |
Puse a mano la cafetera para preparar café rico en el
momento y agua caliente para té. Eso me dio la excusa perfecta para sacar a
relucir "mis" tazas (son parte de una colección que empezó mi
mamá hace años y que amo).
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Foto por Cande Fernández |
El resto fueron "detalles" que hicieron la diferencia...sorbetes de papel y paletas que presenté en frascos de vidrio (que, por supuesto, tenía en casa) con unas cintas de puntilla antigua (las tengo guardadas hace mil...y ésta me pareció excelente oportunidad para estrenarlas) y unas servilletas lindísimas que compré una vez en un bazar ya ni sé donde. Globos por aquí y por allá y una guirnalda de flores, hojas y mariposas (todo de Cololo Doble) a tono con el mantel que fue el gran protagonista.
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Fotos por Cande Fernández |
Por supuesto, flores y, sobre todo, mucho mucho rosa para ponerle color y alegría a la tarde.
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Fotos por Cande Fernández |
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Fotos por Cande Fernández |
Por último, si también te falla el mago (o animación) que tenías previsto...bueno, si yo sigo acá ustedes también! Soy una mamá de múltiples recursos así que pegué en el piso una lámina divina de Pisa Pisué que compré hace bastante en la Tienda Taller de Mila, puse muchos marcadores (al agua, obvio!) y los chicos se súper engancharon!
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Foto por Cande Fernández |
Gracias por estar ahí y que tengan una excelente semana!